4 de junio de 2011

DIARIO DEL COMANDANTE NOBURA

Estos son los restos congelados del diario personal del Comandante Argail Nobura, oficial al mando del galeón Epiphany, una nave de la flota Li Halan desaparecida hace más de 25 años durante las Guerras del Emperador. Jack Pinto encontró el diario en el propio despacho del comandante, junto al cuerpo preservado del autor, quien se había arrebatado la vida con su propia arma.

Debido a que las hojas manuscritas se hallaban congeladas, el texto es en gran parte ilegible, pero con un delicado trabajo de restauración y análisis con máquina pensante muchas partes han podido ser recuperadas:


15 de marzo del 4997, calendario de Terra Santa

A consecuencia de nuestra indulgente movilización por la liberación de las almas Terraplén del materialista gobierno de los Gremios, nuestra flota se ha visto privada en gran medida de profesional técnico cualificado. Pero al igual que el Profeta atrajo al testarudo Horacio a su seno, parece que por fin nuestra nave podrá contar con un miembro de la autodenominada Suprema Orden de Ingenieros para que supervise el trabajo de nuestros voluntariosos técnicos.

Al parecer, el joven Parnell Dwainson ofrece sus conocimientos a cambio de la oportunidad de continuar en una nave sus estudios sobre Rutas de Salto.

Mis superiores afirman que no se trata de un intento de infiltrar a un Heraldo en nuestras filas, ya que las tempranas investigaciones de Dwainson fueron desacreditadas por sus colegas Ingenieros y está en búsqueda por parte del gremio de los Aurigas por algún tipo de incidente en un carguero que viajaba a Grial.

Tengo órdenes de aprovecharme de sus conocimientos y permitirle seguir sus investigaciones mientras no afecten a su trabajo. No me cabe la menor duda de que entre mi tripulación habrá algún agente de los Mártires Ocultos siguiendo los progresos de Dwainson.


13 de abril del 4977, calendario de Terra Santa


He recibido nuevamente quejas del capellán Hiao Tsun sobre el segundo oficial de motores Dwainson. Aunque su labor técnica en la nave es impecable, al parecer no cumple con las rutinas religiosas de la tripulación y ha menoscavado públicamente la autoridad del sacerdote. Dado que no es oficialmente un siervo de nuestra Casa, puedo hasta cierto punto disculpar su incredulidad tan típica de los habitantes de los mundos de la Liga, pero si persiste en su herética actitud habré de tomar medidas disciplinarias.


7 de julio del 4977, calendario de Terra Santa

Hoy, cuando efectuamos el salto desde Malignatius se ha producido un extraño incidente. Por unos instantes tuve la impresión de que el tiempo se dilataba y el salto no era inmediato, como si realizaramos un breve recorrido entre Portales. Sólo recuerdo vagas impresiones, como si fuera un sueño que se ha ido borrando de mi mente. He tenido que dar de baja médica a siete tripulantes que se han visto afectados por episodios alucinatorios y fuertes depresiones; varios de ellos coincidían en sus delirios, manifestando haberse sentido vigilados por "entidades demoníacas".


1 de agosto del 4977, calendario de Terra Santa.

Se ha vuelto a producir un nuevo incidente durante el salto, sólo que esta vez ha habido una víctima. Tras nuestra retirada ante los traicioneros Decados, me han reportado que se ha encontrado al alférez Óliver Kim muerto en la sala de motores. El motivo de su óbito es desconocido, ya que no presenta ningún síntoma de violencia salvo una horrible mueca de terror que desfigura su rostro.

Parnell Dwainson estaba de guardia en ese turno en la sala de motores, pero su declaración sobre el incidente ha arrojado poca luz a la investigación. Dice desconocer el motivo por el que el alférez se hallase en la sala y que "no ha muerto por su mano". Dado su mutismo, me he visto obligado a arrestar a Dwainson hasta que esto se aclare.


2 de agosto del 4977, calendario de Terra Santa.

El oficial médico Doumoto me informa de que no hay ningún indicio que inculpe a Dwainson en la muerte de Kim. Al parecer, a pesar de ser un hombre joven, murió de un paro cardíaco. Aún así, he decidido mantener arrestado a Dwainson por su propia seguridad. La histeria se ha apoderado de parte de la tripulación y parecen culpar a Dwainson de haber maldecido la nave. He intentado sofocar estos brotes de insurrección, pero el capellán Hiao Tsun es uno de los cabecillas y es una voz de mucho peso entre nuestros hombres.

He estado repasando la ficha del alférez Kim y, aunque todo parece correcto en apariencia, hay datos sobre sus destinos que no cuadran al ojo de un viejo navegante como yo. Sospecho que Kim era el agente de los Mártires Ocultos encargado de vigilar a Dwainson.



27 de agosto del 4977, calendario de Terra Santa.

Esos perros Decados nos pillaron por sorpresa, aunque nos hemos defendido como skerras acorralados. Hemos logrado repeler a dos de sus fragatas, pero a un alto coste de vidas y sufriendo graves daños en el Epiphany.

El informe de daños no podría ser peor: la Máquina Pensante de navegación ha sido seriamente dañada y hemos perdido al oficial de motores. Estamos varados sin capacidad de salto frente al portal y los refuerzos Decados podrían aparecer en cualquier momento.

O conseguimos restaurar los datos de las rutas de salto de nuestra Máquina Pensante o nos internamos más en el sistema enemigo de Cadavus.


28 de agosto del 4977, calendario de Terra Santa:

Nuestros sensores de largo alcance detectan varias naves dirigéndose hacia nosotros a gran velocidad, en menos de 7 horas las tendremos sobre nosotros. Desoyendo los consejos del capellán no me ha quedado más opción que liberar a Dwainson. Él es el único tripulante vivo con conocimientos para sacarnos de aquí. Hiao Tsun me ha advertido de que hay "algo siniestro" en Dwainson y de que estoy pactando con fuerzas oscuras, pero no me queda otra opción si quiero salvar la nave y a mis hombres.

Rezo a Paulus, Cardano y al propio Zebulón... ¡Pancreator, protégenos!



Las siguientes entradas fueron imposibles de rescatar debido al deterioro. Sólo era legible la última anotación:



...No sé dónde estamos, ni siquiera cuándo. Tal vez ya ni estemos en nuestro propio universo. Hemos viajado por la Oscuridad entre las Estrellas durante mucho tiempo, hasta que el espejo nuestras almas se ha empañado casi por completo.

La Oscuridad ya está saciada de nosotros y se dispone a acabar con nuestro suplicio. El casco de la nave cruje, fauces monstruosas lo traspasan, temo mirar al exterior y enloquecer como los otros... ni siquiera me atrevo a escribir aquí el horror que temo que nos acecha.

Los tripulantes que quedan se han reunido en la capilla, pero ya no rezan al Pancreator, rezan a los dioses antireflectivos con la esperanza de ser salvados o tal vez de convertirse gustosos en sacrificio para los que moran entre las estrellas. A los que no comparten su "bautismo oscuro" los convierten en parte de su rito; los gritos de dolor de Hiao Tsun llegan hasta mi cabina. Ojalá pudiera acabar con su tormento, pero ya no queda coraje ni esperanza en mí.

Sólo lamento no haber acabado con Dwainson cuando tuve oportunidad, pero nadie sabe qué ha sido de él. Simplemente desapareció de la nave, como un fantasma o un mal recuerdo. Espero que haya pagado el precio por sus oscuros conocimientos y haya sufrido algún tormento inenarrable.

Ésta va a ser mi última anotación, prefiero acabar yo mismo, antes de que la Bestia se abra paso hasta mí. Mis errores me han condenado a mí y a mi tripulación, espero que al menos el Pancreator tenga misericordia de los que nos mantuvimos fieles a él.

1 comentario:

  1. Por fin una entrada que tenía pendiente desde hace mucho tiempo y no había podido acabar.
    El diario encontrado por Jack daba las pistas para entender mejor la partida "Donde mueren las estrellas", si no , quedaba como un suceso terrorífico e inexplicable.
    Mariadel ya me había preguntado de qué iba la cosa, pero ahora lo expongo para el resto.
    Aquellos que tengan buena memoria (o se sepan el blog al dedillo)notarán que el incidente tiene más relación con la campaña de lo que parecía a primera vista.

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