Nosotros que viajamos hasta los más lejanos sistemas, que domamos mundos inhóspitos tornándolos en paraísos,
que contruimos la más brillante civilización
que los ojos de los hombres hayan contemplado jamás,
que alcanzamos la cúspide del conocimiento científico
y nos bañamos en la luz del espíritu del propio universo.
Nuestros grandes logros eran reflejo de nuestro desmedido orgullo.
Si los Preadanitas, que con tan sólo las ruinas de su civilización
ensombrecen la hora más luminosa de nuestra raza,
fueron borrados para siempre del firmamento...
¿Qué será de la humanidad?
¿Qué esperanza nos queda?
El antaño orgulloso imperio de cientos de mundos agoniza.
Los señores feudales disputan entre sí por lo poco que nos queda,
mientras aquellos a los que abandonamos entre las estrellas
vuelven como lobos hambrientos de venganza.
Seres hostiles nos amenazan desde el otro lado de los Portales,
la herejía y las abominaciones nos corrompen desde el interior
y cosas aún más terribles nos acechan desde la Oscuridad,
más allá de los dominios de la luz moribunda de nuestros soles.
Es el albor del sexto milenio,
una Nueva Edad Oscura para el hombre.
Ya sólo la fe nos sostiene...
Es la hora de luchar
o extiguirnos como las estrellas.
Con gran retraso (y tras algún intento fallido), queda inaugurado el blog oficial de nuestra campaña.
ResponderEliminarPonerlo al día va a suponer un trabajo mastodóntico, pero espero que con algo de esfuerzo acabe siendo una herramienta útil para las partidas.
Sean bienvenidos todo tipo de aventureros a expresar aquí libremente su opinión sobre sus viajes por los Mundos Conocidos.
Que no se extinga la llama que ilumina vuestro camino.
Enhorabuena!! Es un Blog fantástico, la idea de mantener las partidas de Fading suns a través de él, será de gran ayuda, para aquellos olvidadizos sobre todo, jajaja.
ResponderEliminarHe de confesar, que nunca he jugado a Fading Suns, pero siempre he sabido, más o menos, de que va la historia, y eso es gracias a ti Alexius.
Desearos a los jugadores, que paseis un viaje inolvidable y con mucho ánimo, para conseguir así, que esa llama siempre exista.
Buena suerte.