11 de junio de 2010

LA FUNDACIÓN TEMPLE


El grupo conocido como Fundación Temple emergió aparentemente de la nada a principios de milenio, estando sus orígenes sumidos en el misterio. Lo que a priori aparentó ser algún tipo de club social para nobles y mercaderes adinerados y con intereses arqueológicos, se ha ido revelando poco a poco como una organización de alcance interplanetario, provista de grandes recursos y una eficiente infraestructura protegida por el más celoso hermetismo.

Los primeros registros de los servicios secretos de Gremios y Casas Reales que hacen referencia a la Fundación la catalogaron como inofensiva para los grandes poderes. Se trataba de reuniones apadrinadas por nobles con el objetivo de financiar expediciones para rescatar todo tipo de artefactos y fuentes de conocimiento heréticos. Dado que la Inquisición por regla general sólo es capaz de incautar ese tipo de bienes maléficos cuando ya han ejercido su perniciosa influencia sobre la humanidad, la Fundación Temple pretendía cortar el mal desde su misma fuente, descubriendo y destruyendo esos conocimientos prohibidos antes de que grupos como los Carroñeros pudieran ponerlos en circulación.

Con tan noble propósito de apoyar la lucha de la Iglesia contra la Tecnosofía, no le costó encontrar pronto un gran número de benefactores en los mundos Li Halan y a partir de ahí irse extendiendo rápidamente por otros mundos nobiliarios. En la actualidad, se estima que pueden tener sedes oficiales u ocultas en un tercio de los Mundos Conocidos, especialmente en aquellos en los que hubo más yacimientos de artefactos Ur o han proliferado movimientos heréticos.

Con el objetivo de realizar mejor su labor, a medida que iban aumentando sus recursos y ganando aliados más poderosos, la Fundación ha ideado un sistema que le ayude a crear su propia red de información y llegar antes a los artefactos que sus competidores. Han adquirido una moderada flotilla de naves espaciales, compuesta sobre todo por Exploradores, y han contratado a grupos de “aventureros” para formar cohortes que cumplan misiones de mercenario por los Mundos Conocidos.

La Fundación pone los medios y ofrece encargos a cambio de un pequeño porcentaje de los beneficios y, lo que es más importante, información de primera mano sobre antiguos alijos de tecnología, ruinas, etc… Además, cualquier artefacto hallado por sus tripulaciones suele acabar vendido a la Fundación.

En poco tiempo, la Fundación se ha hecho con los servicios regulares de nobles aventureros (incluyendo antiguos Caballeros de la Búsqueda), asociados menores de los Gremios, veteranos de guerra, antiguos piratas, mercenarios, sacerdotes errantes, hombres libres, maleantes… formando un pequeño ejército de profesionales altamente cualificados, provistos de sus propios contactos y con equipamiento y conocimientos superiores a la media de los hombres de armas de las Casas.

Un crecimiento tan rápido no tardó en disparar las alarmas de diversos grupos de poder. Los Carroñeros han elevado quejas formales a la Liga para que actúe contra lo que consideran un intrusismo en sus actividades profesionales y el Sínodo Inquisitorial empieza a mostrar interés por el grupo, al no tener constancia del fin que se le da a los artefactos que son requisados por el bien del populacho. Incluso se han ganado recientemente la enemistad de la Casa Decados por un incidente con una de sus tripulaciones en Cadavus, viéndose obligados a retirar su sede oficial de Malignatius.

No obstante, no parece que su posición vaya a peligrar, dado que ya colaboran estrechamente con muchas de las Casas Menores y varias de las Reales y están invirtiendo grandes sumas de dinero en los gremios de los Magistrados y la Asamblea.
Prueba de su crecimiento es el hecho de que recientemente hayan "comprado" a este último gremio cerca de 2.000 hombres entrenados para formar un pequeño ejército que defienda sus inversiones.

El presidente y fundador de la Fundación Temple es una figura tan misteriosa como el propio grupo. Muy pocos han visto en persona a Erik Bastian Temple, pero aún así ha alimentado todo tipo de rumores: desde que en realidad es un noble repudiado por su familia por su naturaleza de psíquico, que en su juventud fue sacerdote y tras un encuentro con entes demoníacos ha dedicado su vida a una cruzada contra la Oscuridad o incluso que no existe y es sólo una figura ficticia para enmascarar a los verdaderos amos de la Fundación. De cara al público, casi todos los asuntos son dirigidos por Davor Silverhand, el más próximo colaborador del Sr. Temple.

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